lunes, 10 de mayo de 2010

Los esperpentos teatrales de Valle Inclán

Luces de Bohemia es de 1920, no estrenada hasta 1984. Una primera versión en XII escenas aparecería ampliada con tres más en 1924. Recuerda la última noche del poeta modernista Alejandro Sawa, amigo de Valle-Inclán, aquí ciego y visionario, bajo el nombre simbólico de Max Estrella, acompañado del miserable don Latino de Hispalis. Despidiéndose de su esposa e hija, Max visita con don Latino al librero estafador Zaratustra. En una taberna persigue un décimo de lotería y, tras un encuentro con tertulianos modernistas, termina en el calabozo por escándalo público. Allí encuentra un obrero catalán, al que dedica unas palabras de fraternidad y anarquía.
Su amigo el Ministro le ayuda a salir de la cárcel para, siempre junto a don Latino, conversar con su amigo Rubén Darío. Tras hablar a unas prostitutas y comprobar las consecuencias de una brutal carga policial, Max Estrella delira, hablando del esperpento que supone España y de lo grotesco que resulta todo intento de tragedia no deformada. Max muere abandonado por don Latino, que se adueña de su cartera. Lo velan los modernistas y algún anarquista. En su entierro dialogan Rubén Darío y el Marqués de Bradomín. Un azar cruel hace a don Latino ganador del décimo de lotería que ha encontrado en la cartera de Max.
Durante estos años, Valle obtendrá, sin éxito, el aliento de su amigo Cipriano Rivas Cherif para estrenar obras en escenarios minoritarios. La Pluma, revista literaria fundada por Rivas y Manuel Azaña, edita en cinco entregas Los cuernos de don Friolera (1921), recogido en volumen en 1925 y parcialmente representado en 1926 por El Mirlo Blanco, teatrillo semiprivado de los Baroja:
El teniente Astete, apodado don Friolera, descubre por un anónimo que su mujer, doña Loreta, le es infiel con el barbero Pachequín. Decide bañar en sangre el adulterio, pero, al narrar al Coronel su venganza, comprueba que la víctima fue su hija en lugar de los amantes. Como marco de este esperpento se ofrecía un sustancioso diálogo entre don Manolito y el unamuniano don Estrafalario sobre la deformación en el arte, junto con una versión guiñolesca del esperpento y un romance de ciego sobre el mismo tema. Valle-Inclán rinde un curioso homenaje al teatro calderoniano a través de esta parodia, al tiempo que ridiculiza el honor militar de su época.

Las tres versiones de su esperpento corresponden a los tres modos de ver el mundo, según declararía mucho después a Gregorio Martínez Sierra para A B C (7/12/1928): vistos desde abajo -"de rodillas"-, los personajes son héroes, como don Friolera en el romance de ciego; vistos desde nuestra propia naturaleza, son nuestros hermanos, como los personajes de Shakespeare o la representación de don Friolera. Desde un plano superior, son personajes de sainete, como los del guiñol que precede al drama. Éste último enfoque es el que llevará al esperpento, que es una "superación del dolor y de la risa", "conversaciones de los muertos al contarse historias de los vivos", "ver el mundo con la perspectiva de la otra ribera"... A finales de este año, Valle-Inclán vuelve a México, invitado por Álvaro Obregón y Alfonso Reyes. Aprovecha el viaje para dar conferencias en Nueva York.


En Enero de 1923 La Pluma dedicará un número extraordinario a Valle-Inclán. La rosa de papel y La cabeza del Bautista, subtituladas Novelas macabras en La novela semanal, son melodramas para marionetas de 1924. La primera representa la agonía de La Encamada, esposa del brutal herrero Julepe, que, tras encontrar el dinero ahorrado por la difunta, le recita un credo proletario y se arroja, sexualmente excitado, sobre su cadáver, derribando unas velas. Una rosa de papel, encendida, provoca el incendio.


En Mayo de 1926 aparece El terno del difunto, recogida más tarde como Las galas del difunto. Esta parodia de Don Juan Tenorio presenta a Juanito Ventolera, soldado repatriado, alojado en casa del farmacéutico Sócrates Galindo, cuya hija, tras deshonrar a la familia, ejerce la prostitución en una casa de alterne. Ignorando el parentesco entre ambos, Juanito presencia la muerte del farmacéutico al leer una carta de la hija. Desentierra al difunto, se adueña de su terno y asalta a la viuda. Así ataviado, seduce a la hija que, entonces, conoce la muerte de su padre y la actitud de su seductor.

1927 es el año en que Valle-Inclán escribe sus últimas obras dramáticas: La hija del capitán, publicada en Argentina el 20/2/1927, se basa en el crimen del capitán Sánchez (1913) y en el golpe de Estado de Primo de Rivera (13/9/1923). Representa el asesinato del Pollo de Cartagena por un Golfante que pretende robarle para huir con la Sini, supuesta hija de un capitán que la prostituye con sus jefes. Al intentar cobrar una ficha de juego del Círculo de Bellas Artes, se descubre el crimen. Para evitar que el ejército quede implicado en el asunto, se lleva a cabo un golpe de Estado con aquiescencia del Rey. La obra influiría en el breve encarcelamiento que sufrió nuestro autor en 1929, en los últimos tiempos de la Dictadura

Otro auto para siluetas es Sacrilegio (1927), quizá su última obra dramática: el Sordo de Triana, bandolero condenado por traición al resto de la banda, pide confesarse. Su compañero, el Padre Veritas, se disfraza para hacerlo. El capitán de los bandidos corta la vida del Sordo para que su confesión no conmueva la entraña de los restantes delincuentes. Valle-Inclán publicará Ligazón, La rosa de papel, El embrujado, La cabeza del Bautista y Sacrilegio en su Retablo de la Avaricia, la Lujuria y la Muerte (1927). En el volumen XVII de sus Opera omnia, titulado Martes de Carnaval (1930), incluyó Las galas del difunto, Los cuernos de don Friolera y La hija del capitán. El título era un juego de palabras, en que asociaba al estamento militar con carnavalescos dioses de la guerra.

Esta obra cerraba lo que hoy consideramos esperpentos. Resultaban una extraña mezcla del sainete o el teatro grotesco y la parodia. Practican la distorsión: animalización y mecanización de personajes, contrastes, impasibilidad de sentimientos ante la desgracia, mezcla de registros lingüísticos y ruptura con todas las convenciones y academicismos. Gracias a sus esperpentos, Valle-Inclán es el primer dramaturgo de la literatura española contemporánea. Su apoyo a la República lo acercó a diversos cargos públicos que no acabaron de interesarle e, incluso, le animó a presentarse como diputado por el partido de Lerroux. Tampoco el nombramiento de Director de la Academia Española de Bellas Artes en Roma (1933) le cuadró. Su salud delicada le impide ejercer los cargos que le ofrecen hasta su muerte en Santiago de Compostela el 5 de Enero de 1936.

El hecho es que, desde 1927, Valle-Inclán no escribirá más teatro. Con todo, son muchos los escritos dispersos de nuestro autor y podrían rastrearse esbozos de textos dramáticos difícilmente fechables o clasificables. De época temprana parece El beato Estrellín, brevísima tragedia sacramental o la más extensa Un día de guerra. Visión estelar (1917), cuyas amplias acotaciones narrativas la sitúan entre la prosa y el drama. Incluso la propia biografía de Valle-Inclán resulta borrosa y deformada por el artificio con que adornó sus sentimientos, sus letras e, incluso, sus facciones. Existe una excelente revista electrónica, dedicada a su persona y a su obra, en www.elpasajero.com. Desde 2002 disponemos, además, de una magnífica edición de Obras Completas de esta figura irrepetible para las letras hispánicas.

1 comentario:

Marielo dijo...

visiten mi blog
http://elblogdemarielo.blogspot.com

y el face
http://www.facebook.com/photo.php?pid=2377376&id=589797100#!/pages/LIV/335747084681

Precioso vídeo

No me acostumbro... al olvido...

Machado y Soria. Caminos y sus recuerdos

De otras melancolías y pasos perdidos

Que nada cambie tu mundo... ¿o sí?...

El Alcalde de Zalamea, por alumnas de 1ºBach A

El Alcalde de Zalamea, por alumnos de 1ºBach A

El Alcalde de Zalamea, por alumnos de 1ºBach B-C

El Alcalde de Zalamea, por alumnos de !ºBach A-B-C

El alcalde de Zalamea, por alumas de 1ºBach A

El Alcalde de Zalamea, por alumnos de 1ºBach A-C

El Alcalde de Zalamea, por alumnos de 1ºBach C

El Alcalde de Zalamea, por alumnos de 1ºBach B

El Alcalde de Zalamea, por alumnos de 1ºBach C

El alcalde de Zalamea, por alumnas de 1ºBach A y B

Vida de Cevantes, por Cristina Muñoz, de 1ºBach C

Problemas de género en nuestra lengua