lunes, 12 de octubre de 2009

Leyenda de Lorena Pérez, de 4º ESO-B

El incomprendido Ure

23 de Enero de 1335

Cuenta la leyenda, que en un bosque muy lejano habitaba un horrible ogro llamado Ure, al que todo el pueblo temía porque devoraba a todo aquel que le molestara. Ure tenía unas piernas largas y flacuchas llenas de lunares y unos pies grandes y peludos. Tenía una barriga enorme sus brazos eran tan largos que las manos le llegaban hasta las rodillas. Ure andaba encorvado y su cara era lo peor de todo. Esos ojos amarillos y esa boca llena de dientes afilados…
Cada semana un joven leñador visitaba el bosque parra llevar leña a su pueblo, pero ninguno regresaba de su viaje. El alcalde decidió que ningún hombre por valiente que fuera iría con o sin su permiso al bosque a por leña. Aquel invierno fue realmente frío. Nadie salía a la calle y en las casas se morían de hambre.
Un día vino al pueblo un valiente joven que propuso al alcalde un trato. Él iría al bosque a matar a Ure si el alcalde, a cambio, le daba 500 bolsas de oro. Desesperado y sin tener elección, aceptó el trato. El joven llegó al bosque y de entre los arbustos se oyó un ruido, como un crujir de tripas. El joven se asustó, se echó para atrás, pero nunca huyó y se quedó a oír a Ure. Le dijo:

-¿Quién anda ahí?

De repente una sombra gigantesca salió de entre los arbustos y dijo en voz baja:

-Me muero de hambre. Dame de comer o te comeré.

El joven descubrió que ningún leñador de aquel pueblo había escuchado a Ure y por tanto no sabían que lo que quería era simplemente comida para el frío invierno. Ure le explicó que todos y cada uno de los leñadores que subían le atacaba y le hería, mientras que él sólo quería comida. Al final terminaba recurriendo al canibalismo. Después de tanto hablar el joven le prometió que cada semana subiría y le daría comida a cambio de que él nunca más asustara a la gente del pueblo.
De vuelta, el joven vino con sacos y sacos de leña y asombrado, el alcalde le dio las gracias y las 500 bolsas de oro.

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