¿Quién es Vuestra Merced?
Un año después de enviar aquella carta resumiendo toda mi infancia y los amos que he tenido, Vuestra Merced me escribió una carta diciendo que aquella historia de mi infancia le había conmocionado.
Después de leer esta carta enviada por Vuestra Merced sentí la curiosidad de conocer en persona a ese tal vuestra Merced, y os aseguro que iba a ser una grata sorpresa.
Intenté comunicarme con él y saber de donde era y después de unos meses de búsqueda me encontré con un cartero en Albacete. Él me aseguró que la cara de aquel hombre le resultaba familiar y me dijo que esta carta había sido enviada desde un pueblo de la provincia de Albacete.
Después de un largo viaje de muchos kilómetros di con un pueblo que parecía ser donde vivía vuestra merced. Conseguí llegar a ese pueblo llamado Hellín tras preguntar a varias personas de pueblos vecinos que aseguraban conocer a un forastero de esa descripción que me dio el cartero, ya que decían que era muy famoso en toda la zona. Fui en su búsqueda por Hellín y después de varios días sin encontrarlo yendo posada por posada me faltaba ya ánimo para buscarlo. Me iba quedando sin dinero y cada vez tenía más hambre.
A la semana me encontré con un hombre que resultaba ser su vecino y me dijo la calle donde vivía y al final lo encontré…
Cada vez estaba más ansioso por saber quién, a cada paso que daba me ponía más nervioso y me produjo una gran sorpresa al ver que mi difunto padre estaba vivo y no muerto como yo creía.
Aún seguía sin explicarme lo sucedido y entonces fue cuando entré en su casa y tras un gran abrazo lo avasallé a preguntas, el fue poco a poco y decidió contarme su historia:
“Lázaro, todo empezó el día que me iba a ir a lucha contra los árabes, cuando íbamos a empezar la batalla, decidí escaparme, harto de las burlas de mis compañeros, entonces en plena batalla me escondí y en parte me libre de la muerte, entonces volví otra vez a nuestro pueblo, Tejares y fui a por el amante de mi esposa ya que iba armado y con un fuerte golpe en la cabeza con el mango de mi arma lo maté. A ti Lázaro, te contaron la historia de que había muerto en batalla pero todo era mentira, sólo querían que tú no descubrieses la verdad.
Justo en ese momento llego mi mujer y dos guardias para denunciar a una persona por no pagar los impuestos a la hacienda, cuando se dieron cuenta de lo que había hecho. No me quedó otra opción que ir a cualquier pueblo y este parecía el más adecuado. Y aquí estoy, así que ya sabes mi historia. Por lo demás en este pueblo me va muy bien, gano mucho dinero y soy respetado por todos. Pero me faltaba algo que eres tú, Lázaro, por eso te mandé estas cartas a nombre de Vuestra Merced para que tuvieras la curiosidad de buscarme”
Al poco de esto, mi padre me resumió el final de mi carta donde decía los problemas que me habían sucedido con mi mujer y me dijo algo que nunca habría esperado:
“Lázaro, como ya veo que tu relación con tu esposa cada vez va a peor, quiero pedirte que la dejes y vengas a vivir conmigo, aquí. Tengo un buen trabajo para ti con el que ganarás bastante dinero y en unos meses podrás independizarte y buscar incluso otra esposa más fiel que la anterior”
Me asombró bastante otra vez la historia de mi padre como la anterior carta enviada por él en la que decía que le conmocionaba mi historia, pero después de esta charla con mi padre y de alojarme varios días en su casa en Hellín, tuve que elegir una de las opciones; seguir con mi esposa o ir a vivir con mi padre. Entonces llego el momento de decidirse ante una respuesta que podría o no dar un giro a mi vida, y elegí la opción que yo consideré más correcta…
Hecho por:
Alejandro Caballero Sánchez
Antonio Fernández Requena
Fernando García Martínez
Jose Adrián García Tébar
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