Tratado del Lazarillo, por Paula, Soroya y Miriam, de 3ºESO-B

EL ENCUENTRO DE LÁZARO CON SU MADRE


Un día soleado cuando lazarillo ya se había separado del alguacil, iba lazarillo buscando algo para echarse a la boca y un techo donde poder cobijarse los días más fríos y de lluvia y con un poco de suerte donde poder vivir. Cuando iba pensando en todo eso se tropezó con un señor que iba buscando a un joven que le pudiera ayudar a las tareas de su casa. Cuando lazarillo se enteró le dijo a ese señor si el serbia para esas tareas, al principio el señor dijo que no pero Lázaro insistió hasta que el señor cambio de opinión y le dijo que se fuera con él a su casa y que a cambio de trabajar le daría comida y un lugar donde cobijarse.
Al llegar a la casa Lázaro le preguntó que como se llamaba y este le contesto me llamo Pancracio y para ti san Pancracio. Pancracio le preguntó que como un niño pequeño iba vagando solo por las calles y Lázaro le contó todo lo que le había ocurrido en su vida. Pancracio le dijo que tendría ayuda con las tareas de la casa ya que tenia a otro niño de color trabajando con él, Lázaro se intereso por conocer a ese niño y Pancracio se lo presento, en cuanto vio a ese niño dijo: tu cara me es familiar y el otro niño le contesto: tu a mi también, al cabo de un rato cuando los niños se habían contado sus vidas, Lázaro descubrió que ese era su hermano y cuando le dieron la noticia a Pancracio, este decidió poner carteles por todas las calles. Al cabo de dos años un día llamaron a la puerta y era la madre de los niños que los fue a buscar para llevarlos con ella y Pancracio le pregunto cómo llego a poder abandonar a esos niños y la madre le contó el por qué. A los niños les dio mucha alegría ver a su madre, pero cuando la madre les dijo que se fueran con ella los niños no se querían ir. A la madre le dio mucha lástima que los niños no se quisieran ir con ella y le pregunto a Pancracio si podía hospedarse en su casa para estar con sus hijos y este respondió que sí y ansí fue como poco a poco la madre y Pancracio se fueron enamorando y se casaron. Los niños se alegraron mucho de poder vivir con su madre y el señor que los recogió de la calle.